lunes, 15 de marzo de 2010

[15-03-10] La sombra del ciprés es alargada.

 (1)

El pasado día 12 de Marzo nos dejó Miguel Delibes. 89 años vividos dejando un legado literario de 65 obras. La primera de ellas publicada en 1947 (“La sombra del ciprés es alargada”), y la última en 2005 (“La Tierra herida: ¿qué mundo heredarán nuestros hijos?”). También fue cronista, dibujante y cazador.

Recuerdo que en el instituto, en la clase de literatura nos mandaron leer “la sombra del ciprés es alargada”. Yo nunca había leído nada de Miguel Delibes. Y me quedé traumatizado. La verdad, no era la mejor lectura para mi, en esa época, ya que era una constante narración pesimista de la vida.

 (2)

[SPOILER] El personaje principal, Pedro un niño huérfano, desde la infancia hasta el zenit de su vida, vive en una constante negrura. Cuando parece que la vida le sonríe, entonces cataplommm!!!, el duro palo de la vida. Jamás llegaría a ser plenamente feliz, perdiendo a su mejor amigo en la infancia y después a la mujer que amaba. Ésta última escena, es descrita con una crudeza infinita por Delives. El sentir de Pedro me recuerda una frase de Nietzsche (creo que es de él): “la felicidad está a la vuelta de la esquina, esa esquina que nunca doblamos”. Si no me falla la memoria, al final, encuentra a una anciana (representando el guía espiritual) que le enseñará el lado positivo de la vida. Así, cuando todo parece ser un agujero negro sin fondo, surge un rayo de luz, volviendo la esperanza a la miserable vida del personaje. Las páginas terminan en un cementerio; el personaje bajo la sombra de un ciprés, recordando al amigo que se fue para siempre. Ahora junto a su resignación está el alivio del que es consciente de un instante de paz. Un happy end con un sabor amargo. [SPOILER]

(3)

Estamos sujetos a la inefabilidad del dolor. La sombra del ciprés es alargada, porque uno no puede huir de ella. Tarde o temprano le alcanza. Sólo podemos ser felices en los pequeños instantes de nuestra efímera existencia, donde la funestidad de lo insondable nos da una corta tregua. La vida es dolor y alegría. La vida es también una obra de teatro. ¿Qué es lo que queda al final?. Unos recuerdos que nos acompañarán hasta que el telón caiga. Tal vez nos espere una ovación, o el silencio más indiferente. Habremos actuado sin un apuntador, intentando hacer nuestra mejor interpretación. Habremos amado, odiado, vencido, perdido, recordado, olvidado... una gran puesta en escena llena de sucesos inesperados, marcados por la inmensa, colosal e infinita sombra del ciprés.

(4)

A veces las fechas juegan con la historia, ya que otro 12 de marzo pero de 1945, hace 65 años,  Ana Frank moría en el campo de concentración alemán de Bergen Belsen. Un mes después, el campo fue liberado por los aliados: otra vez, el gran sarcasmo de la vida.

Cae el telón.
Se encienden las luces.
Silencio.
Ya no hay nada,
ya no hay nadie que pueda aplaudir.

(5)

Fuentes e imágenes:

(1) Miguel Delibes.
(2) Ejemplar de "La sombra del ciprés es alargada". Tiene el mismo formato que leí.
(3) Foto perteneciente al blog:  http://lossecretosdelmundo.blogspot.com
(4) Ana Frank.
(5) Montaje personal.

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